30 maggio 2014

AMOR



Mujer, yo hubiera sido tu hijo, por beberte
la leche de los senos como de un manantial,
por mirarte y sentirte a mi lado y tenerte
en la risa de oro y la voz de cristal.
Por sentirte en mis venas como Dios en los ríos
y adorarte en los tristes huesos de polvo y cal,
porque tu ser pasara sin pena al lado mío
y saliera en la estrofa —limpio de todo mal—. 


Cómo sabría amarte, mujer, cómo sabría
amarte, amarte como nadie supo jamás!
Morir y todavía
amarte más.
Y todavía
amarte más
                          y más.




autógrafo
Pablo Neruda


Albino baby girl and her Mumuhuila tribe mother in Angola - photo by Eric Lafforgue

1 commento:

Nota. Solo i membri di questo blog possono postare un commento.

Archivio blog