Eternamente

Para decirte mi palabra,
mi voz y lo que digo,
no necesito conocerte.
Van cayendo sobre esta hoja.
como gotas de agua,
naturales y transparentes,
las lágrimas de esta soledad.
Esta soledad tan mía,
tan adolescente,
tan profunda y melancólica.
Paseo yo,
lo más triste y alegre de mí,
por una playa abandonada.
Solo en medio de ti,
sin principio, sin fin,
infinito.
Y tú me correspondes con una mirada,
con un gesto de tu mano que,
apartando el pelo de tu cara,
deja al descubierto tus ojos.
Y entonces muere el abandono,
te vuelves sobrenatural
y me acompañas en este desierto,
eternamente desconocida.

Rafael Reyes

Aaron e Rosie, baciamoci con Photoshop