Te llamé. Me llamaste.
Brotamos como ríos.
Alzáronse en el cielo
los nombres confundidos.Te llamé. Me llamaste.
Brotamos como ríos.
Nuestros cuerpos quedaron
frente a frente, vacíos.Te llamé. Me llamaste.
Brotamos como ríos.
Entre nuestros dos cuerpos,
¡qué inolvidable abismo!
Emilio Prados


foto da http://www.acquaportal.it/
Emocionante poema, bello blog.
RispondiEliminaMuchas gracias por tu visita y por el comentario.
RispondiElimina